El gatillo cedió, toqué el vientre pulido de la culata y allí, con el ruido seco y ensordecedor, todo comenzó. Sacudí el sudor y el sol. Comprendí que había destruido el equilibrio del día… Albert Camus: El extranjero Cuatro españoles en una partida de caza de conejos por un coto de la España sesentera. Un […]

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